Las conductas de apego son necesarias para la supervivencia de cualquier especie. Si alguna vez hemos visto a “mamá pato” con una hilera de patitos detrás, es el apego lo que explica que esto suceda. De no existir este elemento, no se daría esa proximidad y cercanía entre los animales, y muchos de esos patitos acabarían muriendo ante cualquier amenaza. En el ser humano ocurre lo mismo.
Cuando hablamos de ello, nos referimos al vínculo afectivo que se establece entre dos individuos, el cual proporciona seguridad y protección. Una de sus características principales es su gran intensidad y su duración. Como norma general, se da desde los hijos hacia sus padres, aunque puede ocurrir en muchas otras situaciones e incluso tener un carácter bidireccional.
En los primeros meses de vida, el bebé establece un apego enorme hacia sus figuras paternales, especialmente hacia la madre. Este elemento le lleva a buscarla, a necesitar sentirla cerca, como una especie de imán que garantice la satisfacción de sus necesidades. Conforme el bebé crece, gran parte de ese apego se mantiene, con la salvedad de que cambia de forma. Llegado este momento, el vínculo ya no es tan extremo, de manera que el niño comienza a ser capaz de explorar su entorno por sí solo y no necesita la constante presencia de sus cuidadores, o al menos no tan de cerca.
Es importante saber que el apego no siempre se presenta de la misma forma ni duración. Además, dependiendo de la clase, el desarrollo del niño hacia la figura adulta será más o menos saludable.
Veamos los tipos principales:
No resulta muy difícil llegar a la conclusión de que el apego bien construido es fundamental para el adecuado desarrollo emocional de la persona, también en el caso de que haya una adicción. Las consecuencias a largo plazo de un apego inadecuado pueden ser muy graves, y en él está el origen de muchos de los trastornos que estos niños experimentan al llegar a adultos. Así, por ejemplo, un apego ambivalente o desorganizado está detrás de muchas conductas adictivas o trastornos de ansiedad.
Desde Fromm Bienestar nos gustaría romper una lanza en favor de una educación sana hacia nuestros hijos. Establecer un buen vínculo con ellos hoy es garantía de calidad de vida en futuro. Da el máximo para que así sea.
Si sufres taquicardias cuando suena el teléfono o te da pánico pensar en realizar una…
Llevamos años asistiendo al auge del vapeo, con sus atractivos olores y sabores, y sus…
A día de hoy, la Terapia con Realidad Virtual es una realidad ampliamente y puede…
Llevamos algunos años hablando de las criptomonedas y en los últimos tiempos incluso estamos asistiendo…
Chemsex un término de origen británico que surgen de fusionar las palabras chems (de chemicals,…
¿Sabes qué es el síndrome de Peter Pan? Sigue leyendo y descúbrelo con nosotros. Te…
Esta web usa cookies.