Cómo dejar la heroína: centro de adicciones en Sevilla
La heroína, morfina, metadona y demás opiáceos son algunas de las drogas más peligrosas que siguen en circulación. Esto es por su alto potencial adictivo y a los fuertes efectos que producen. Las consecuencias a largo plazo del consumo de opioides son muy preocupantes, ya que tomar repetidamente heroína modifica nuestro cerebro y crea desequilibrios muy difíciles de revertir. Estas consecuencias afectan a la toma de decisiones, la capacidad de regular el comportamiento y a la tolerancia del malestar.
Un adicto a la heroína presenta muchísimos problemas para poder dejarla. Esto se debe a que los síntomas del síndrome de abstinencia se vuelven muy severos e insoportables. Por lo tanto, el consumidor de heroína buscará evadir el malestar tomando más y más cantidad de esta droga, lo que puede llevar a un desenlace fatal, causando así una muerte por sobredosis.
La heroína tiene un repunte
El consumo de heroína tuvo su momento más alto en España cuarenta años atrás, en la década de los 80. En aquel momento se cobró muchísimas vidas y supuso un punto de inflexión en la sociedad. A pesar de que en las siguientes décadas su consumo declinara, recientemente hemos observado un fuerte repunte respecto a la adicción a la heroína. Este repunte ha encendido la voz de alarma en todos los centros de desintoxicación y los especialistas en adicciones advierten de la urgencia en el tratamiento de la adicción a la heroína.