Seguro que habrás escuchado en alguna ocasión que la adolescencia es una de las etapas más difíciles y tormentosas de la vida. En ella, los adolescentes comienzan a construir su propia identidad, tratando de definir con claridad quiénes son y cómo desean que los vean los demás.
Como norma general, su grupo de iguales reconoce al adolescente a través de dos aspectos fundamentales:
- Su personalidad
- Su físico
En cuanto a la primera de ellas, cabe mencionar que en esta etapa los rasgos comienzan a asentarse. Así, los adolescentes harán todo lo posible por encajar. Si observan en sí mismos algunos caracteres que le alejen de los demás, los rechazarán y tratarán de cambiarlos. Si es que pueden…
Adolescentes y los cuerpos perfectos
En el tema del físico encontramos mucho más margen de maniobra. Es bastante más sencillo realizar cambios en nuestro cuerpo que en nuestra personalidad. Por ello no es raro que muchos jóvenes se enfoquen en su cuerpo y traten de adaptarlo a lo que se espera de él.
Echemos un vistazo a cómo está la sociedad en nuestros días. En ella, aspectos como la televisión, internet y demás medios enfatizan la importancia de tener un cuerpo bonito. Tal es así, que es frecuente encontrar numerosos anuncios e imágenes que asocian un cuerpo diez con tener éxito.
Toda esta información se va haciendo hueco en los adolescentes, los cuales, en su búsqueda de identidad y de aprobación por parte de los demás, tenderán a buscar ese cuerpo que les aporte todo lo que la sociedad promete.
Es conveniente mencionar que querer tener un cuerpo bonito no es malo en sí mismo. De hecho, practicar deporte y cuidar la alimentación resulta de lo más saludable y positivo a la larga. El problema viene cuando este cuidado se convierte en una obsesión, y el adolescente cree que el único medio para ser aceptado es ese.
Es aquí cuando comienzan a aparecer los trastornos alimentarios, como la anorexia o la bulimia, así como otros problemas mentales como la depresión o la ansiedad.
Fromm Bienestar puede aportar su granito de arena
Un aspecto importante en todo esto es que la continua y progresiva admiración de los demás hacia quienes muestran un cuerpo bonito actúa como un potente elemento adictivo. Dicho de otra forma, el adolescente “se engancha” a esta imagen de éxito, sufriendo verdaderas decepciones y frustraciones cuando las cosas no están como quiere que estén. Es aquí donde Fromm Bienestar puede ayudar a los adolescentes a trabajar para que no se llegue a convertir en una adicción.
Asimismo, la elevada crítica que el resto del grupo ejerce sobre quienes no se cuidan, muestran algunos kilos de más o tienen rasgos considerados no deseables, funciona como un castigo a evitar a toda costa.
Tanto padres como profesionales de la salud han de estar muy atentos a esta problemática. Bien es cierto que no hay mucho que podamos hacer en cuanto a los mensajes que los adolescentes reciben de los medios, sin embargo, existen muchos campos en los que se puede actuar para tratar este problema.
Repasemos algunos de ellos:
- Trabajo y fomento de la autoestima desde muy pequeños por parte de los padres del niño. Gracias a ello, el pequeño aprenderá el valor de ser una buena persona por encima de otros como tener un cuerpo perfecto.
- Desarrollo de campañas de concienciación y trabajo de valores en los colegios. Aquí adquieren un papel fundamental los profesores, los cuales pueden desarrollar proyectos educativos que enseñen a los adolescentes lo verdaderamente importante.
- Psicoeducación grupal. A través de grupos de trabajo, se pueden ejemplificar situaciones reales de rechazo hacia compañeros y mostrar mediante el modelado algunas alternativas más deseables.
- Trabajo terapéutico individualizado. Si el adolescente ya se encuentra sufriendo por el rechazo que siente hacia su cuerpo, existen numerosas formas de trabajarlo en terapia. De forma general, el trabajo se centrará en ayudar a la persona a quererse por quién ya es y a analizar en profundidad todas aquellas ideas que este tiene acerca del éxito y de la imagen.
A modo de resumen
En definitiva, da la sensación de que el culto al cuerpo no es algo que vaya a desaparecer de la noche a la mañana. A pesar de todos los esfuerzos, seguirán habiendo personas que dediquen horas y horas a machacarse en el gimnasio para así lograr ese ansiado reconocimiento que tanto desean. Sin embargo, poder lograr que ese número de personas vaya disminuyendo, y que cada vez sean más lo que logren sentirse bien consigo mismos aún a pesar de no ser perfectos es tarea de todos.
Padres, profesores, psicólogos y demás profesionales estamos obligados a aportar nuestro granito de arena para lograr que los valores verdaderamente importantes se hagan hueco en nuestra sociedad.
Estamos a tu disposición. Ven a vernos.
