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¿Cómo reconocer la adicción?

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Antes de comenzar a hablar de cómo reconocer la adicción y de las principales características de un adicto, es fundamental realizar una importante distinción.

Por un lado, encontramos la denominada adicción con sustancia. Esta es la que comúnmente se ha llamado adicción a las drogas, y englobaría aquellas situaciones en las que se produce la dependencia de un elemento tangible y físico que altera el funcionamiento de nuestro organismo. Algunos ejemplos serían la adicción al alcohol o alcoholismo, adicción al cannabis, adicción a la cocaína, a la nicotina, etc.

Por otra parte, estarían las adicciones sin sustancia. Este grupo, que desgraciadamente cada vez resulta más frecuente, hace referencia a la dependencia de aquellas situaciones o elementos que no son una sustancia en sí mismas, pero cuyo poder adictivo es cuanto menos igual de importante. Aquí hablamos de adicción al juego, al sexo, a las compras, a los videojuegos, al trabajo, etc.

Las características permiten reconocer la adicción en ambos casos no son idénticas, y existen aspectos específicos de una u otra. Sin embargo, en este artículo describiremos aquellas que sí suelen estar presentes en ambos grupos.

5 señales que permiten reconocer la adicción

Falta de autocontrol

Este resulta quizá uno de los signos más evidentes a la hora de reconocer la adicción.

En un principio, esta considera que su relación con el objeto adictivo está bajo su control. Aquí, suelen referir frases típicas como “Lo dejo cuando quiera” o “Lo tengo controlado”. Sin embargo, la persona en su interior comienza a darse cuenta de que en realidad se trata de un autoengaño, ya que comienza a dedicar cada vez más tiempo a relacionarse con dicho objeto y le resulta prácticamente imposible despegarse de él.

Podemos poner el ejemplo de una persona que comienza a asistir regularmente a un casino durante breves períodos de tiempo como diversión, y que sin darse cuenta comienza a caer en una espiral de dependencia que no puede controlar. Así, empieza a acudir más regularmente, dedicando mucho más tiempo al juego del que en un principio había planeado, así como necesitando invertir cada vez cantidades más grandes de dinero para experimentar las mismas emociones.

Por lo tanto, amigos y familiares deben comenzar a sospechar que algo ocurre cuando una persona dedica demasiado tiempo a algún aspecto de su vida, mostrando a su vez claras dificultades para desprenderse de él.

Impulsividad como síntoma para reconocer la adicción

Otro de los signos claramente visibles en el adicto es su impulsividad. De repente, la persona comienza a cambiar, manifestando un nerviosismo impropio de un tiempo anterior. Esta suele acompañarse en ocasiones de irritabilidad, sudoración, habla acelerada, etc, haciendo que la persona no se encuentre relajada en ningún sitio y que su único deseo sea abandonar el lugar donde se encuentre para salir en busca del objeto de su adicción.

Como ejemplo, podemos mencionar el de una persona que discute más a menudo con su pareja y desea volver a casa rápidamente a fumar cuando salen a hacer la compra.

Cambios físicos

El adicto literalmente se desvive por consumir. Esto hace que acabe mostrando problemas de sueño, alimentarios, etc, generalmente acompañados por signos físicos bastante evidentes.

No es de extrañar que comience a mostrar unas grandes ojeras, somnolencia, pérdida significativa de peso o incluso cambios en la morfología de su nariz o boca si el consumo es de drogas.

Un ejemplo lo tenemos en un adicto al trabajo que no se despega del ordenador de su oficina. No duerme, no come, y empieza a manifestar grandes jaquecas y malestar físico.

Cambios en el estado de ánimo

La persona con problemas de adicción generalmente muestra un estado de ánimo denominado “de montaña rusa”. Tal es así, que resultan muy frecuentes los cambios de humor, desde la tristeza a la ira, y de la ira a la ansiedad.

El desajuste químico en el cerebro de la persona a causa de la adicción parece ser el responsable del problema.

Tomemos como ejemplo el adicto a la cocaína, que en un momento está irascible, horas más tarde alegre, y se va a la cama llorando.

Deterioro de su vida

El adicto suele abandonar su vida a causa de la adicción. No sólo deja de comer o de dormir en los casos más graves, sino que suele dejar de lado a sus amistades, a su pareja, a su familia, etc. Comienza a crearse una burbuja que le hace desconectarse de su mundo por completo.

Como ejemplo tomemos el de un adolescente adicto a los videojuegos que ha dejado de salir, no echa cuenta a su pareja y no se relaciona con sus padres.

En resumidas cuentas, aunque no existen dos personas iguales y cada adicto manifiesta una serie de características particulares que deben ser analizadas de forma individual, tener en cuenta estos aspectos pueden ayudarnos a prevenir problemas futuros.

Es por ello por lo que se hace tan importante que amigos y familiares de la persona estén alerta si aparecen, para así poder atajar el asunto de la adicción desde el inicio, antes de que se convierta en un problema mayor.

En Fromm Bienestar podemos ayudarte a solucionarlo.

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