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¿Estamos perdiendo los valores?

By 29 diciembre, 2020Psicología
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Hoy nos gustaría reflexionar en Fromm Bienestar acerca de un asunto que nos afecta a todos como sociedad. Nos referimos a los valores, y lo que trataremos de aclarar en este artículo es si aún siguen presentes entre nosotros o están en peligro de extinción.

¿Qué son los valores humanos?

Aunque no existe una definición exacta, podemos decir que engloban todos aquellos aspectos importantes para la persona y que tienen repercusión en los demás como sociedad.

Cuando alguien, por ejemplo, cede su asiento en el autobús a una persona mayor que acaba de subir estaría haciendo gala de haber interiorizado una serie de valores positivos que son beneficiosos para todos. En este caso, estaría mostrando bondad, responsabilidad y amor hacia el otro.

¿Cuáles son esos valores?

Aunque en realidad existen decenas de ellos y no siempre resulta sencillo ponerles nombre según nuestras acciones, algunos son fácilmente reconocibles. Hemos de tener en cuenta que gran parte de los valores son aspectos que se van adquiriendo con el tiempo, y que nuestra educación ha influido mucho en ellos.

Veamos cuáles son los más relevantes:

  • Humildad. Aceptar que no sabemos todo es una enorme virtud. Una persona lo muestra cuando es consciente de que aún le queda mucho que aprender, de forma que no trata de imponer sus ideas a los demás ni pretende convencer al otro de que lo sabe todo. Este valor suele conllevar una mayor capacidad de aprendizaje, y se asocia con otros que veremos a continuación.
  • Respeto. Comprender que no todos somos iguales ni tenemos las mismas necesidades es positivo. Si podemos respetar a los demás, siendo tolerantes con ellos y tratando de no incomodarles estaremos contribuyendo a un mundo mejor.
  • Gratitud. Ser agradecido es digno de ser valorado. Es importante comprender que cuando alguien hace algo por nosotros hemos de dar notoriedad a su esfuerzo e interés. Tener claro este punto nos ayudará a no dar por hecho que lo merecemos todo y a entender mejor muchas cosas.
  • Amor. Qué decir de él. Estamos hablando posiblemente de uno de los valores más importantes y que se encuentra en la base de todo. Es el verdadero motor que nos impulsa a vincularnos a los demás, a alegrarnos por su felicidad y a aliviar su sufrimiento.
  • Perdón. Ser capaz de pedir disculpas no siempre es fácil. Sin embargo, cuando lo hacemos reconocemos que también nos equivocamos y nos abre camino hacia la mejora continua.

Ahora sí… ¿Se están perdiendo esos valores hoy en día?

Aunque no existe un termómetro que nos dé la medida exacta para responder con certeza a esta pregunta, sí parece haber un sentir general al respecto. Y no es muy positivo.

En una sociedad cada vez más individualizada, da la sensación de que muchos de los valores están cayendo en el olvido. Aunque no se puede generalizar, parece haber cada vez más casos de personas o grupos que no atienden o respetan las necesidades o situaciones de los demás.

Por poner algunos ejemplos, la cantidad de denuncias que se han puesto en los tiempos de pandemia que vivimos por comportamientos incívicos y de faltas de respeto y responsabilidad es enorme. No solo ha habido incumplimiento de normas, sino también conductas violentas e irresponsables frente a quienes han tratado de que estas se cumplan.

Sin centrarnos demasiado en el COVID, no hay que ir muy lejos para encontrarnos con personas con la música puesta a todo volumen en los coches, o en las casas, a cualquier hora, o a aquellos que sacan a pasear a sus mascotas y no recogen sus excrementos.

Los ejemplos son innumerables, y nos hablan de un gran número de casos de comportamientos que poco tienen que ver con unos valores sanos.

¿Qué se puede hacer?

Suele decirse que la mejor forma de eliminar la oscuridad es encender la luz. Si desde edades tempranas, padres y educadores somos capaces de animar a los más pequeños a interiorizar valores estaremos haciendo mucho. Para ello es fundamental “predicar con el ejemplo”, así como mostrar a los niños las consecuencias negativas de sus actos.

Aunque la tendencia no sea muy positiva, esto no significa que la situación no pueda mejorar. Todo va a depender de si somos capaces de levantar la vista y ver que alrededor hay personas como nosotros que también merecen ser queridas, respetadas, perdonadas, etc.

En nuestras manos está.

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