Por desgracia, hoy en día resulta muy frecuente encontrarnos con un aumento en el número de separaciones y divorcios. De hecho, la tasa de disolución matrimonial en España nos habla de en torno a los más de 100.000 casos al año.
Estos números nos muestran bien a las claras que no todas las uniones en matrimonio tienen un final feliz, lo cual nos lleva a pensar en cómo miles de personas se encuentran cada año ante la necesidad de afrontar esos momentos, a menudo difíciles. Y no siempre sabemos cómo superar un divorcio. En Fromm Bienestar podemos ayudarte.
Parece claro que en este tipo de situaciones se producen ciertos cambios que pueden afectarnos de forma física y psicológica. De hecho, un divorcio es para muchos profesionales un suceso vital estresante. Algunos ejemplos de estos acontecimientos bien podrían ser una mudanza, un despido o la pérdida de un ser querido.
¿Cómo superar un divorcio?
Superar un divorcio no siempre es fácil, al menos no lo es para todo el mundo. Es posible que persistan sentimientos de culpa, de indecisión sobre si se habrá elegido la opción correcta o incluso de lástima por la persona “abandonada”, llegando en ocasiones a mantenerse el contacto de forma no muy recomendable.
Es obvio que los problemas de pareja son bastante comunes en nuestro día a día. Incluso nos atreveríamos a decir que es casi imposible que dos personas no hayan discutido jamás sobre ningún tema o que no hayan expresado posiciones enfrentadas a algún respecto. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, estos malentendidos o pequeñas disputas se gestionan con sensatez, comunicación, acuerdo y respeto, de forma que no han de suponer una amenaza para el posterior mantenimiento de la convivencia.
El problema es cuando las discusiones se vuelven demasiado frecuentes, llegando a ser insoportables, de manera que ambos miembros de la pareja acuerdan no continuar así. En algunos casos se opta por acudir a un terapeuta especializado como el de Fromm Bienestar. En consulta trataremos de hallar los puntos débiles de la relación o de aprender a conocerse mejor para poder darlo todo en ella. Pero por desgracia, esto no siempre funciona, además no suele ser la opción elegida. En muchos casos, se opta por separar los caminos.
Y aquí llega el punto importante. Desde ese momento, las dos personas han de aprender a vivir “de otra manera”. Lo primero es fijarse más en los aspectos positivos de la situación que en los negativos para superar un divorcio: estado de ánimo más relajado al no continuar discutiendo, más tiempo para dedicarse a uno mismo y llegar a auto- descubrirse, posibilidad de conocer nuevas amistades que la rutina del matrimonio impedía, etc.
¿Y luego?
Una vez considerado todo esto, igual de relevante resulta el hecho de trabajar los sentimientos de culpa por lo que ha sucedido. No merece la pena darle vueltas a la cabeza tratando de encontrar al verdadero responsable de la ruptura, ni es bueno generalizar por aquellas cosas que no nos gustaban de nuestra anterior pareja. Ni es uno solo el responsable de lo ocurrido, ni todos somos iguales.
Por eso, lo constructivo y útil es valorar qué cosas tuyas crees que, en el fondo, han podido influir en que no todo haya ido tan bien como te hubiese gustado. Así, si las reconoces, aceptas y tratas de cambiar, te asegurarás no repetir la misma historia con futuras relaciones (al menos en lo que a ti se refiere).
Por otro lado, también es interesante analizar si esa persona tenía aquellas cualidades que para ti son importantes. De no ser así, la vida ahora te ofrece una gran oportunidad de elegir mejor, desde la apertura y la flexibilidad.
¿Y si tenemos hijos en común? ¿Qué hacemos para superar un divorcio?
En ese caso, para superar un divorcio, es recomendable explicar toda la situación con franqueza y objetividad, tratando de no posicionarse ni convertir al otro en un enemigo. Recuerda que él/ella también es el padre/madre de tus hijos, por lo que tiene derecho a verlos y a estar con ellos.
Por otro lado, nunca se ha de olvidar el hecho de que los niños tienden a sentirse culpables muy fácilmente por las rupturas. Es por eso por lo que es fundamental aclarar desde el principio que lo ocurrido es algo entre la pareja, y que él o ella no ha tenido nada que ver.
En definitiva, a pesar de que un divorcio pueda parecerte el fin del mundo en el momento en que comienzas a vivirlo, recuerda que únicamente depende de ti la forma en que decidas afrontarlo. Por eso, si lo haces desde la tranquilidad, la sinceridad y el respeto, no tiene por qué ser tan dramático.
